Subirte a la balanza y no ver cambios puede ser frustrante… pero también engañoso. Tu peso no lo dice todo sobre tu progreso físico.
Aquí te compartimos otras formas más inteligentes de evaluar tu avance:
1. Análisis de composición corporal
Herramientas como el InBody analizan cuánto de tu cuerpo es músculo, grasa, agua y más. Este enfoque es mucho más preciso que solo mirar los kilos.
2. Fotos de progreso
Una imagen cada 4 semanas puede mostrar transformaciones sutiles que el espejo ignora. Ver el cambio visual puede motivarte muchísimo.
3. Rendimiento físico
¿Corres más rápido? ¿Levantas más peso? ¿Tienes más energía? Todo eso también es progreso.
4. Seguimiento cardiovascular
Monitorear tu ritmo cardíaco con tecnología como MyZone te permite ver cómo mejora tu resistencia y recuperación.
Espacios como TRIM aplican estas métricas como parte de su metodología, haciendo seguimiento mensual del cuerpo y el rendimiento para ajustar los entrenamientos según tus avances reales.
Mide lo que realmente importa y verás cómo tu motivación se transforma.